La aplicación adecuada de electroterapia potencia la recuperación y rehabilitación de pacientes, desarrollándose como método útil en la fisioterapia. No obstante, se debe utilizar de forma cuidadosa de la mano de profesionales capacitados, ya que puede terminar desencadenando situaciones desafortunadas que incrementen el alcance de la lesión, y no todas personas son aptas para recibirla.
Fisioterapia y electroterapia
La fisioterapia abarca un extenso conjunto de técnicas y métodos no farmacéuticos para aliviar dolencias, como por ejemplo el uso de las manos denominado masoterapia o el empleo de electricidad en sesiones terapéuticas mejor conocidas como electroterapia.
Los métodos a realizarse los elige el profesional según las características del caso, ya que es destacable que cada una de las técnicas posee una función y objetivo en específico. Ahora bien, la electroterapia es aquella que se fundamenta en el uso de la electricidad como medio para mejorar la recuperación y rehabilitación de un paciente.
En otras palabras, la electroterapia se orienta a trabajar lesiones y traumatismos utilizando una corriente eléctrica, lo que hoy en día se realiza por medio de aparatos especiales. Sin embargo, su historia se remonta al contexto griego y romano, quienes realizaban prácticas con peces del género Torpedo, utilizando las descargas eléctricas liberadas por estos animales para aliviar dolencias.
Es así que este método representa una modalidad antigua, pero en la era moderna se ha fundamentado a nivel teórico-científico, lo que ha permitido desarrollar tecnologías y dispositivos aptos que constituyen un increíble avance evolutivo en la electroterapia, mejorando los beneficios en pacientes y perfeccionando las técnicas.
Beneficios e importancia de la electroterapia
La electroterapia se aplica durante varias sesiones como tratamiento en distintas enfermedades, por supuesto con observación de profesionales de la salud como supervisores en el proceso de rehabilitación.
Los beneficios de esta técnica son tantos que su empleo se ha popularizado en muchos centros de rehabilitación y belleza. A continuación se presentan algunos de los efectos positivos de la electroterapia:
- Efecto analgésico: dicha terapia permite aliviar la sensación dolorosa al estimular los músculos y nervios del área
- Efecto antinflamatorio: ayuda a disminuir la dilatación y favorece la regeneración del tejido dañado
- Efecto preventivo: funciona como método para fortalecer los músculos y prevenir posibles contracturas.
Así mismo la electroterapia desempeña un importante papel en la rehabilitación y recuperación de pacientes que han perdido habilidades o rango de movimiento a causa de contusiones, esguinces o desgarres. Incluso se está experimentando con electroterapias que puedan generar efectos positivos en pacientes con Parkinson.
De igual forma se debe recordar que también se evidencian algunas mínimas contraindicaciones, pues aunque las descargas son controladas y ejecutadas por personal autorizado, no todas las personas son candidatas para la terapia.
¡Una terapia en ascenso!
Con el paso del tiempo la utilidad y perfeccionamiento de la electroterapia es mayor, consolidándose como un aliado eficaz sobre todo en los últimos años, tanto para corregir lesiones como para prevenirlas.