La electroterapia es una de las principales opciones a la hora de combatir el dolor crónico, siendo una técnica dentro del campo de la medicina y la rehabilitación, la cual permite tratar diversas lesiones a través de la electricidad.
Asimismo, la electroterapia no solo es un medio excelente para tratar el dolor crónico y agudo, también es capaz de reparar los músculos, tiene poder antiinflamatorio y beneficia la actividad muscular en general.
Esto se debe a que estimulan las fibras nerviosas generando una sobrecarga, considerando son las encargadas de conducir el dolor hasta una zona de la médula espinal. Además, hay varios tipos de fibras nerviosas, algunas realizan la conducción de forma rápida y otras de manera lenta.
Es decir, cuando se estimulan fibras rápidas se produce dicha sobrecarga y esta evita la percepción del dolor. En algunos casos, el bloqueo del dolor no puede ser completo, pero igualmente la reducción del dolor alcanza un nivel importante
¿Cómo se utiliza la electroterapia para combatir el dolor crónico?
El método de electroterapia más utilizado para tratar a los pacientes con dolor crónico es la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS). Esta se centra en bloquear el dolor en la columna vertebral, estimulando las fibras nerviosas y a la vez, liberar endorfinas que actúan como analgésicos.
Es decir, es una terapia de baja frecuencia, durante la cual se utilizan electrodos en la piel y por ellos pasa una corriente eléctrica suave. Otro método dentro de la electroterapia son las corrientes interferenciales (IFC). Asimismo, la electroterapia se aplica de varias formas para tratar el dolor, por ejemplo:
- En el punto de dolor, el electrodo se ubica directamente en la zona, cuando la piel no presenta erosiones cutáneas o cualquier otro tipo de problema y es la opción más utilizada.
- En los dos extremos del punto donde el paciente siente dolor.
- Sobre el nervio, específicamente en el área anterior al punto de dolor. Es decir, se aplica en la zona que está previa a la lesión, bloqueando la sensación de dolor en el trayecto nervioso.
- Encima de la raíz nerviosa, en el recorrido longitudinal más cercano a la columna vertebral.
- Otras opciones son encima del dermatoma, sobre puntos gatillo y encima de puntos de acupuntura.
En añadidura, la frecuencia y la intensidad del tratamiento con electroterapia, varía en cada caso, según los requerimientos del paciente. Por ello, son detalles que deben ser indicados por un fisioterapeuta.
En cuanto al tiempo, el tratamiento con electroterapia suele tener una duración por encima de los 30 minutos, siempre con la supervisión de un especialista, para comprobar el estado de la piel y la forma en la que evoluciona el paciente.
Beneficios de la electroterapia
La electroterapia es una de las técnicas más utilizadas para el tratamiento del dolor y especialmente, el dolor crónico. Junto a ello, funciona como un tratamiento con un amplio conjunto de beneficios, estos a continuación:
- Es una terapia no invasiva, tampoco es tóxica y no produce acción.
- Resulta estupenda para personas con dolor crónico quienes antes usaban medicamentos calmantes, es una alternativa eficiente.
- Previene la atrofia muscular caracterizada por dolor, rigidez y desgaste. Dicha atrofia puede presentarse cuando el músculo debe ser inmovilizado durante un tiempo considerable.
- Disminuye el dolor que es de tipo nervioso, por ejemplo, las personas que sienten entumecimiento, hormigueo, ardor en las extremidades y dolor.
- Reduce la tensión cuando se producen contracturas en los músculos.
- Ayuda a limpiar los músculos y las zonas alrededor de ellos, eliminando las toxinas y combatiendo la retención de líquido.
- Contribuye a reducir la pérdida de la masa muscular y ayuda al proceso para su recuperación.
- Apoya los músculos que tienen mayor debilidad, es capaz de corregir los desequilibrios.
- Produce un efecto relajante a nivel muscular e incluso general, ya que impacta la producción de endorfinas.
- Beneficia la circulación sanguínea, haciendo que llegue mayor cantidad de nutrientes a las células y esto regenera los tejidos dañados.
En resumen, la electroterapia es una técnica ideal para combatir el dolor crónico, es aplicada por fisioterapeutas en espacios diseñados para ello. Pero también es posible encontrar algunos dispositivos más sencillos, los cuales se pueden utilizar en el hogar, todo depende de las particularidades de cada paciente, por ello es preciso acudir a un especialista.